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CECI LA LAVANDERA

SÉPTIMA COLECCIÓN

Estampados para SUTEX

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CECI

IMAGINA

TODO

LO QUE PUEDES

HACER

CON NUESTRAS

TELAS

Con Ceci la lavandera hacemos un llamado de atención para que todos tomemos conciencia del cuidado de nuestros ríos, del agua, del medio ambiente. Es nuestra responsabilidad cuidar y proteger el planeta y Ceci nos enseñará cómo desde nuestro oficio de moda, aportamos a esta obligación con nuestra tierra. Esta colección textil utilizó el proceso de estampación digital Greentex by Sutex un proceso que se preocupa por el medio ambiente al utilizar 0 agua.

 

LA HISTORIA DE CECI LA LAVANDERA

A orillas del río Cucuana en el municipio de Ortega Tolima, vive Ceci, la lavandera. Su oficio es muy noble, pues todos los días recorre las calles del pueblo recogiendo y entregando la ropa de sus clientes que le encargan lavarla en el río.

 

Su rutina es preciosa: una vez recoge las docenas de ropa de una familia, envuelve las prendas en hojas de flores de Mayo para que ese aroma fuerte vaya ablandando la mugre y suavizando las prendas. Bien dobladas las pone amorosamente en la batea de madera que carga en su cabeza y bien firme arranca su desfile por las calles del pueblo y por los caminos que la llevan al río cantando sobre un camino de cuescos y bailando al ritmo de las chicharras.

 

Pasa por el bosque de ceibas, luego por las llanuras de pasto alto y al final, después de pasar el platanal de don Jesús y ver su guía geográfica que son las montañas cuadradas llamadas “los avechuchos” llega hasta la orilla del río, se pone su chingue estampado de flores coloridas y se ubica en su sitio preferido: a la sombra del árbol de anón y de ciruelas silvestres, en el trono de piedras gigantes que le permiten tener la comodidad para realizar su oficio.

 

Ceci, lava con jabón de la tierra, que ella misma fabrica, y luego de que la ropa le llega aromatizada y la mugre ablandada por el efecto de las flores de Mayo, empieza su ritual magistral: restregar y golpear con el manduco la ropa con un ritmo y una fuerza que pareciese que además de quitarle el sucio les quisiera limpiar y quitar los pecados de quienes visten esas prendas.

 

Con ese ímpetu admira al tiempo los pescados que pasan por el río y que la acompañan con el interés de pescar alguna migaja del almuerzo que Ceci lleva y come al medio día. Es en esa hora de descanso donde habla con los animales que se le acercan, las dantas, las chivas, las garzas, y hasta con el caballo potro que siempre se escapa de la finca cercana descansa y hace su siesta que la fortalece para continuar en la tarde con su ritual ahora de secado, tarea que hace colgando la ropa sobre los árboles de naranjo agrio para que sus hojas y los azahares aromaticen y le ayuden a alisar la ropa que al final del día le devuelve a su dueños. Su vida es feliz.

 

Un día cuando hacía su oficio le llegó por la corriente de río a su trono una espuma blanca, espesa.

Le llamo la atención, hasta le encantó porque descubrió que esa espuma estaba llena de burbujas tornasoles que con el sol brillaban y construían arco iris miniatura. Pero con los días la espuma se fue agrandando. Cada día llegaba más y más espuma. Inquieta decidió subir río arriba para descubrir de dónde provenía este material, y luego de tanto caminar llega hasta un lugar oscuro, muy tenebroso.

Descubre que en la casa donde sale la espuma, sacrifican animales para desollarlos y lavar sus pieles, lo que ve es una espantosa imagen de animales muertos desechados, y cientos de pieles que pasan por muchas piscinas de agua y químicos para al final del proceso sacar unas telas tan nobles y suaves como la seda y el algodón.

 

Ese proceso arroja al río muchos desechos que en la caída crean una espuma contaminante que se pierde con la corriente. Se da cuenta que lo que hacen en este sitio está matando el río y toda la vida que allí habita con los desechos que le arrojan. Y entra en pánico y horror…

 

Esta historia continuará…

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